Entre opciones dulces y saladas, siempre podemos jugar con los sabores para cocinar unos deliciosos waffles
Hay alimentos que se pueden hacer con distintos ingredientes, por ejemplo, las recetas de waffles que se cocinan a partir de la preparación básica. Esto implica algunas cualidades, después de todo, así es posible experimentar con colores y sabores que le dan personalidad a nuestros platos.
¿CÓMO ES LA RECETA DE WAFFLES CLÁSICOS?
Una de las grandes cualidades de la preparación de unos waffles y, en general, aquellos platos cuya raíz es una masa (por ejemplo, los hot cakes), es que tenemos toda la posibilidad de jugar con distintos ingredientes. Esto no solo aporta sabores, sino que también puede influir en el color y, por ende, la presentación.
Sin embargo, antes de empezar a experimentar y jugar con distintos elementos, es mucho mejor conocer la fórmula clásica que, además, es también la más sencilla, pues se usan los ingredientes básicos para hacer nuestros waffles. ¿Cuáles son?
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Huevos.
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Mantequilla.
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Harina.
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Sal.
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Polvo para hornear.
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Leche.
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Azúcar (opcional).
Así es, únicamente se necesitan cuatro ingredientes. ¿Por qué hablamos del azúcar como un elemento opcional? Recordemos que un waffle tradicional tiene una textura suave en su interior, pero por fuera suele ser crujiente. Para lograrlo, hay dos opciones muy sencillas.
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La mantequilla ayuda en gran medida, puesto que ese toque adicional de grasa es lo que nos entrega el contraste de texturas entre el exterior y la parte de adentro.
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El azúcar, además de aportar sabor, también ayuda. Aunque la mantequilla puede hacerlo por sí sola, añadir un poco de este ingrediente se va a notar en el resultado final cuando queramos un waffle bien crujiente por fuera.
PASO A PASO PARA PREPARAR LOS WAFFLES
1. Ponemos a precalentar la wafflera, esto es muy importante para lograr ese resultado crujiente.
2. Derretimos la mantequilla y la dejamos reposar hasta que esté a temperatura ambiente.
3. Mientras tanto, se mezclan primero los ingredientes secos, es decir, la harina, la sal y el polvo para hornear. Si usamos azúcar, acá se agrega
4. Después se integran los ingredientes líquidos: la mantequilla derretida y a temperatura ambiente, los huevos (lo ideal es que también estén a temperatura ambiente) y la leche. ¿El orden en el que añadimos los elementos importa? En este caso no.
5. Agregamos la mezcla líquida a la de los ingredientes secos y revolvemos hasta que se integren, queremos una masa homogénea.
6. Llevamos la mezcla a la wafflera. ¿Cuánto se pone? Eso depende de cada modelo, pues la cantidad va a variar según el tamaño. Es mejor empezar con poco y ver qué tanto funciona. Lo último que queremos es que la masa se riegue por los lados y tengamos que limpiar.
TIPS PARA UNOS WAFFLES DE ENSUEÑO
A todos nos ha pasado. Han transcurrido unos minutos, hay un poco de vapor saliendo de la wafflera, seguramente ya están listos, ¿no? Bueno, usualmente la respuesta es negativa y si levantamos la tapa es posible que dañemos nuestro desayuno. Nadie quiere empezar el día de esta forma.
Si queremos evitar este y otros errores comunes, en Recetas Nestlé® tenemos unos cuantos consejos para que los waffles queden de ensueño.
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Precalentar la wafflera: uno de los errores comunes es saltarse este paso, así como muchas veces se piensa que no hace falta precalentar el horno cuando una receta lo pide. Eso tiene varias ventajas, pues la cocción es más rápida, pero también ayuda bastante para lograr el juego de texturas que buscamos.
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¿Un chorrito de aceite de oliva?: otra opción si queremos evitar el azúcar es añadir un poco de aceite de oliva u otro de origen vegetal. Recordemos que la grasa es lo que hace que la parte de afuera adquiera esa característica crujiente, así que este ingrediente también puede ayudar.
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El orden de la mezcla: puede que algunas personas vean el paso a paso anterior y piensen que no es necesario mezclar los ingredientes líquidos y secos por separado, al final van a ser parte de una misma masa. Un error clásico entre principiantes. En realidad, en casi todas las preparaciones de repostería se hace de esta forma para evitar grumos, integrar con mayor facilidad y obtener el mejor resultado.
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No abrir la wafflera: puede que por curiosidad queramos ver cómo van los waffles o, al ver el vapor, preocuparnos porque se están quemando. Tranquilos, esto hay que evitarlo. Si levantamos la tapa demasiado rápido, seguramente vamos a separar la masa y no obtendremos un alimento crujiente por fuera.
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¿Cuándo sabemos si están listos?: la señal está en el vapor. Si es la primera vez que los preparamos, es posible que al verlo pensemos que ya terminamos la cocción. En realidad, apenas empiezan a cocinarse. Cuando notemos que va disipándose, quiere decir que podemos abrir la wafflera.
RECETAS DE WAFFLES:
JUEGOS DE SABORES
Al comienzo hablamos de que una vez sepamos cómo hacer los waffles tradicionales podemos empezar a jugar con distintos ingredientes para darle nuevos sabores, que pueden estar al frente y convertirse en protagonistas, o ser un poco más sutiles, que se sienten en el retrogusto.
Estas alternativas, además, son muy sencillas y no hace falta usarlas en grandes cantidades, así que seguramente no van a afectar la masa en gran medida.
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Ralladuras: ¿quién no ha notado el potencial de la ralladura de limón en un pie de esta fruta? Entrega aroma, sabor y color, así que usarla en la mezcla de nuestros waffles seguramente va a mejorar el desayuno.
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Jugos cítricos: un chorrito de jugo de naranja, mandarina o limón va a aportar un ligero sabor ácido y frutal que va a sorprender a nuestra familia.
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Esencias: la de vainilla es una de las más comunes al cocinar waffles, pues con muy poca cantidad quedan deliciosos y le dan personalidad a nuestro plato. Sin embargo, nuestra propuesta es probar otras esencias para descubrir cómo jugar con los sabores.
Un tip antes de continuar: es importante pensar en que estos ingredientes adicionales deben ir de la mano de los toppings que queramos usar en los waffles. Por ejemplo, una esencia muy dulce es extraña si lo vamos a comer con huevos y jamones, mientras que puede funcionar mejor en una idea de postre.
TOPPINGS PARA WAFFLES
Ya que hablamos de sabores y complementos, es momento de detenerse en los toppings más comunes de los waffles. Como mencionamos, hay opciones dulces y saladas, así que tenemos alternativas para los gustos de cualquier paladar.
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Crema batida: si queremos unos waffles de postre, esta idea es fabulosa porque la podemos hacer en casa o comprarla ya hecha. Además, si añadimos unas frutas en trozos, le damos color y la combinación de sabores es espectacular.
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Miel de maple: otro clásico para usar en waffles. Este sirope se ha convertido en el ingrediente adicional que no puede faltar, ya sea en un desayuno (acompañado de otros alimentos que lo complementen para tener una alimentación balanceada), un snack o para servirlo como postre.
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Mermelada: acá tenemos una inmensa variedad para elegir, pues en el mercado existen todo tipo de sabores, aunque prepararlas en casa siempre es la mejor opción, así podemos obtener la consistencia que más nos gusta.
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Frutas: aportan colores, sabores y texturas, por lo que son una de nuestras alternativas preferidas. Además, la variedad para elegir es gigantesca. Nuestro consejo es jugar con los diferentes tonos que encontremos en las frutas, así hacemos un plato cautivante que solamente con verlo ya sabemos que es delicioso.
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Huevos fritos: ¿quién dijo que un waffle tiene que ser dulce? ¡Acá también podemos usar sabores salados! En este caso es importante que los ingredientes que queramos añadir, como las esencias, tengan un sentido, pues la combinación de algo dulce puede que no funcione muy bien con los huevos. En cambio, al momento de servir busquemos agregar algunas hierbas aromáticas.
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Champiñones: se pueden cocinar de distintas formas o también está la posibilidad de combinarlos con otros alimentos, por ejemplo, pollo cortado en cubos, verduras o quesos.
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Palta: el pan tostado untado con palta es una preparación muy fácil de hacer al desayuno o como snack. La idea con los waffles es la misma, pero también podemos jugar con cebolla y tomate para complementar este plato.
¿CÓMO CONSERVAR LOS WAFFLES TRADICIONALES?
Es posible, en especial las primeras veces que cocinamos, que nos sobre un poco de masa o algunos waffles. Lo bueno es que, cualquiera que sea el caso, no hay ningún misterio para conservarlos y comerlos otro día.
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La masa: lo importante es guardarla en un recipiente hermético. La podemos tener en el refrigerador por un máximo de tres días, así que es mejor usarla pronto antes de que se eche a perder. Se debe dejar aclimatar durante unos 20 o 30 minutos.
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Los waffles: en este caso hay dos alternativas. En la primera los guardamos en un recipiente hermético en el refrigerador, máximo por tres días. En la segunda, podemos congelarlos y así pueden durar mucho más tiempo.
Fuentes:
https://es.cravingsjournal.com/waffles-clasicos/
https://restaurantclicks.com/best-waffle-toppings/
https://www.savorynothings.com/what-to-serve-with-waffles-for-breakfast/
https://www.spoonforkbacon.com/cheesy-herb-waffle-topped-with-burrata-tomato-and-prosciutto/