Desde preparaciones de repostería, hasta lo útil que es para espesar salsas. ¡El centeno es genial!
Entre la gran familia de los cereales, donde podemos encontrar, por ejemplo, el arroz, la avena y el trigo como los más populares en nuestra región, el centeno brilla por sus cualidades al momento de hacer panes. En los países de la península escandinava (Noruega, Suecia, Finlandia) se usa bastante, al igual que en la panadería alemana.
¿QUÉ ES EL CENTENO?
Es un cereal cuya presentación más común es en forma de harina, con la que se suelen hacer principalmente panes, pero también se le puede sacar provecho en otras recetas de repostería: desde cupcakes, hasta pasteles. Incluso, sirve para preparar albóndigas o espesar salsas.
Pero hay centeno más allá de la harina. Sus granos se cocinan para acompañar diferentes platos, como ensaladas o sopas, además de ser una buena fuente de carbohidratos.
Es importante aclarar que, al igual que el trigo y la cebada, contiene gluten, así que las personas celíacas y quienes sufren de sensibilidad a esta proteína, no deben consumir estos cereales, ni ningún producto o preparación en los que sean parte de los ingredientes.
EL FAMOSO PAN DE CENTENO
El pan es uno de los alimentos más importantes en la historia de la humanidad, por eso es muy interesante conocer cómo lo preparan en distintas partes del mundo usando los mismos ingredientes básicos y las mismas técnicas culinarias. Si en América Latina en muy común usar la harina de trigo, en algunos países europeos la de centeno brilla con luz propia.
Esto está mucho más relacionado a sus cualidades al momento de cultivar el cereal, que de sus oportunidades gastronómicas. En los países escandinavos hace bastante frío y hay periodos largos con poca luz, pero el centeno puede crecer en este tipo de características climáticas.
CARACTERÍSTICAS DEL PAN DE CENTENO
Puede que estemos acostumbrados al pan blanco y con ese sabor característico que combina de maravilla diferentes ingredientes, como mantequilla y mermelada, pero el de centeno es un poco distinto.
En primer lugar, su color es oscuro y en muchas ocasiones cercano al marrón. Si nos enfocamos en su sabor, una de las cualidades que más nos interesa, encontramos que tiene un ligero toque ácido que, entre los conocedores, puede ser similar a una preparación con masa madre.
Sin embargo, esto no guarda relación con la textura de su corteza. Si el de masa madre puede llegar a ser similar a una costra, con ese elemento crujiente, el pan de centeno es suave y su interior se siente granulado. Además, también es más sencillo de preparar, pues no es necesario alimentar una levadura ni pensar en fermentación.
Te puede interesar: Postres balanceados, antojos dulces libres de culpa.
Pero los fanáticos de la panadería saben que es posible jugar con estas características si se combinan las harinas de diferentes orígenes. Por ejemplo, no es nada extraño mezclar la de centeno con la de trigo si lo que se busca es una textura más elástica.
Si continuamos con esta comparación con el pan de masa madre, el de centeno también es más sencillo de preparar, pues no es necesario alimentar una bacteria ni pensar en fermentación.
Con una mezcla de agua y levadura, sumado a las harinas (recomendamos usar 50% de centeno y 50% de trigo, pero experimentar con estas cantidades es la mejor forma de conocer a profundidad sus características), es tan sencillo como dejar reposar hasta que crezca y luego llevar al horno.
IDEAS PARA PERSONALIZAR EL PAN DE CENTENO
¿Cómo se le puede dar un giro diferente? ¿De qué forma podemos jugar con texturas y sabores en el pan de centeno? La respuesta, en realidad, es bastante sencilla.
- Semillas: pueden ser de chía, linaza, calabaza o cualquier otra que podamos consumir. Simplemente las añadimos a la mezcla antes de ponerla a reposar y amasamos para que queden muy bien distribuidas. Aportan ese elemento crujiente y toque de sabor que va de maravilla en esta preparación.
- Frutos deshidratados: si las semillas contribuyen por el lado crocante, estos frutos son lo contrario, entregan un juego de texturas suave, pero en términos de sabor es donde más brillan. Las pasas y los arándanos son dos alternativas fáciles de conseguir y que le van a dar personalidad a este pan.
- Otros cereales: los cereales pueden combinar muy bien entre ellos más allá de las harinas. Algunos copos de avena en la mezcla complementan el sabor del centeno.
¡No hay que limitarse con una sola opción! Si queremos usar semillas y frutos deshidratados, no hay ningún problema. En estos juegos es que podemos descubrir la nueva combinación perfecta de nuestro pan preferido.
RECETAS CON CENTENO:
¿CON QUÉ ACOMPAÑAR EL PAN DE CENTENO?
Para responder esta pregunta no hay que dar demasiadas vueltas o quedarnos pensando en ideas innovadores que marquen la diferencia. Puede que el pan de centeno no sea el más común en América Latina, pero esto no quiere decir que tengamos que volver a inventar preparaciones.
Lo mejor es tomar inspiración en las recetas y acompañantes que ya conocemos para crear platos que seguramente van a sorprender a nuestro paladar. En últimas, el sabor del pan blanco tostado no es el mismo que el de centeno, es decir, desde el punto partida ya tenemos un cambio. Lo que resta es experimentar y conocer.
- Sándwich: un verdadero clásico para usar los panes. El salmón ahumado con queso crema funciona muy bien, al igual que el jamón serrano, la palta y las verduras de hojas verde.
- Al desayuno: junto a unos huevos revueltos o fritos sabe delicioso y nos ayuda a completar esa primera comida del día que es tan importante para llenarnos de energía. Si añadimos trozos de fruta fresca, tenemos un plato exquisito.
- Pan tostado: pensemos en algunas preparaciones que se han popularizado, como aquellas con palta, pesto y rodajas de tomate. También es genial con una cama de espinacas y con un huevo frito encima.
Si queremos probar el lado dulce, las opciones de mermelada son tan variadas, que hay un universo entero por conocer. La mantequilla de maní es una última alternativa que también vale la pena.
EL CENTENO MÁS ALLÁ DEL PAN
Hasta ahora nos hemos enfocado en el pan de centeno porque es su preparación más famosa, incluso es un símbolo nacional de Finlandia. Pero, en realidad, hay otras opciones para sacarle todo el provecho a este cereal.
- Para preparar albóndigas: la harina ayuda a que las bolitas de carne molida no queden tan húmedas y puedan conservar su forma. La de centeno también cumple este papel.
- Espesar sopas y salsas: cuando nos damos cuenta de que estas preparaciones están demasiado líquidas y nuestro objetivo era encontrar una textura más espesa, la harina se convierte en el mejor amigo del cocinero casero.
- Repostería: la harina de centeno no se limita a la preparación de panes. En realidad, se puede usar para cocinar todo tipo de postres, eso sí, casi siempre mezclándola con la de trigo u otras opciones para que la textura y la elasticidad sean óptimas. Acá podemos hablar de galletas, cupcakes, donas o hot cakes.
EXPLOREMOS LOS GRANOS DE CENTENO
¡También hay centeno más allá de la harina! Los granos de este cereal los podemos cocinar en agua caliente, casi como si fuesen de arroz, para ablandarlos y poderlos comer con todo tipo de alimentos.
Sin embargo, acá la relación de agua y granos es distinta a la que conocemos. Se deben usar 3 tazas de líquido por cada taza de cereal, así evitamos que nos queden muy duros y/o secos.
¿Con qué los acompañamos? Van muy bien en ensaladas, salteados y, cómo no, arroces. Incluso se pueden agregar a preparaciones de carne molida, como puede ser una hamburguesa.
¿Quién pensaría que el centeno podría usarse en tantas preparaciones? ¡Es hora de aprovecharlo en casa! Para seguir explorando el maravilloso de la cocina, conoce las recetas que tenemos para ti.
Fuentes:
https://fdc.nal.usda.gov/fdc-app.html#/food-details/168884/nutrients