Sabemos que proviene de territorio nipón, pero ¿Cómo surge esta innovadora exquisites culinaria?
Catalogado como dulce, o postre, el helado mochi es un alimento japonés que ha trascendido la barrera del tiempo por generaciones. Las creencias niponas dictan que el helado mochi era, o es, una preparación de ofrenda a los dioses, lo que deja entrever la importancia y tradicionalidad de esta receta para los japoneses. Ahora, el helado mochi es asociado con festividades de la nación del ‘Sol Naciente’, sobre todo para año nuevo, fecha en la que se producen masivamente para su consumo.
En la actualidad, el helado mochi no solo mantiene su popularidad en Japón, posicionándose como uno de los postres más consumidos entre sus habitantes, sino que ya arribó, como hace muchos años lo hizo el sushi, a países del hemisferio occidental, sufriendo algunas modificaciones propias de la cocina de este lado del mundo.
CÓMO SE HACE LA MASA DE HELADO MOSHI
Remojar, cocer al vapor y machacar, son algunos de los pasos de preparación por los que debe pasar el arroz para, al final, convertirse en una deliciosa y particular masa de helado. Pon atención y es probable que aprendas a hacer masa de helado mochi desde la comodidad de tus cosas y con tus propios insumos.
- Remojo: al menos 24 horas antes de que cocines tu helado mochi, pon en remojo una buena cantidad de arroz.
- Cuece al vapor: después de un día bajo el agua, toma el arroz, viértelo en una olla y cuécelo al vapor por algunos minutos, dependiendo de la cantidad.
- Golpea y amasa: así es, tendrás que tomar el arroz, ponerlo en un mortero y, con un ayudante, golpearlo y amasarlo al mismo tiempo. No olvides añadirle un poco de agua durante el proceso.
Después de mucho esfuerzo y coordinación con tu ayudante, verás que el arroz tomó una apariencia de masa elástica, es ahí cuando el proceso habrá terminado y tendrás lista tu masa de helado mochi.
Conoce los cinco sabores más comunes de helados mochi
Mochi, en Japón, significa arroz glutinoso machacado, término que no suena muy apetitoso, pero que, acompañado de un cremoso relleno de helado de varios sabores, se convierte en un dulce nipón que tus papilas gustativas no se pueden perder. Estos son los cinco sabores más comunes de este postre:
- Té matcha: este fino y amargo polvo de hierbas, utilizado tradicionalmente en la ceremonia de té japonesa, es una popular opción de sabor para el helado mochi, sobre todo en su lugar de origen.
- Chocolate: el chocolate no podía ser omitido como sabor de este postre oriental. Hecho de cacao y de suave dulzor, este es un sabor perfecto para degustar en tu helado mochi.
- Anko: relleno de judías rojas, o pasta de dulce de judías rojas, es lo que compone el anko, un sabor utilizado habitualmente en la repostería internacional, sobre todo en Japón, las Coreas y China.
- Frutilla: su sabor fresco y suave, y su color rosado pastel, lo convierten en una opción adecuada para componer tu helado mochi. Además, es uno de los sabores más comunes de esta preparación.
- Mango: tropical, dulce y un toque ácido, el sabor de mango en el helado mochi es muy apetecido por los contrastes de sabor que ofrece al consumirlo con la masa de arroz glutinoso.
Recetas de helado
VARIACIONES DE HELADOS MOCHI
Dulces y saladas, la variedad de preparaciones del helado mochi son amplias y, por su puesto, tan exquisitas como el original. A continuación, te dejamos las cinco variantes de mochi existentes:
Kagami mochi
Aunque su uso principal es como adorno en los altares de año nuevo para luego romperse cuando se renueva el calendario, esta es una presentación especial y exquisita que se compone con dos mochi, uno encima de otro, coronado con daidai, una especie de naranjilla amarga, y algunas otras hojas de helecho.
Daifuko
En lugar de helado, su relleno con una frutilla entera o, en ocasiones, con pasta endulzada de judía. No obstante, muchos entusiastas de la cocina han improvisado nuevos rellenos para esta variable, arrojando deliciosos resultados.
Sakura mochi
Este estilo de mochi varía mucho dependiendo de la región japonesa, pero la versión más popular consiste en un mochi rosa, relleno de pasta de judía roja y envuelto en una hoja de cereza. Visualmente, su presentación se asemeja mucho a la del sushi.
Hishimochi
Es las más distinta de todas las variantes de mochi, pues se asemeja más a un tipo de flan; cuenta con tres capas, todas de distinto sabor y color (rosa, blanco y verde), y tiene forma de romboide. Habitualmente, se preparan para el consumo durante ‘Festival de las Niñas’.
Kusa mochi
Su color es parecido al de un alga, es hecho con hoja de yomogi o artemisa, por lo que tiene un sabor herbal. También es conocido como yomogi mochiy es un dulce de temporada primaveral; se puede rellenar con anko y tradicionalmente se sirve con el té.
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Predecesores del helado mochi
El helado mochi es una de las tantas presentaciones del mochi, que viene de siglos atrás y surge de dos preparaciones legendarias de la gastronomía japonesa. El daifuko, que ya lo mencionamos y es ahora es una de las variantes del mochi, y el manjū, que reseñaremos en seguida:
Manjū: aún más tradicional que el mochi, es el manjū. Esta golosina japonesa es un aperitivo agridulce que tiene un caparazón hecho con harina, arroz y alforfón, que es una planta de trigo. Dentro está relleno del ya conocido anko, aunque ya existen varios rellenos para esta preparación.
Cómo arribó el helado mochi al occidente
La longevidad y tradicionalidad del mochi en Japón ha hecho que muchas de las cocinas occidentales pusieran su ojo en esta golosina, no solo para probar su interesante sabor, sino para experimentar con él. Este dulce ha conquistado paladares alrededor del mundo desde hace ya varios años, gracias a su textura única y su capacidad de adaptarse a diversos rellenos y presentaciones.
La fascinación por el mochi ha llevado a chefs y pasteleros occidentales a incorporarlo en sus menús, y a crear fusiones innovadoras que combinan técnicas y sabores de diferentes culturas. Desde el mochi de helado hasta versiones gourmet con ingredientes locales, la versatilidad de esta golosina permite una amplia gama de experimentaciones culinarias.
Fuentes: