Cubos de reineta con puré de zanahoria y maní

El secreto para obtener cubos de reineta perfectamente jugosos por dentro y crujientes por fuera radica en la técnica de sellado. Antes de cocinar, asegúrate de secar bien los cubos de reineta con papel de cocina para eliminar el exceso de humedad. Luego, sella los cubos en una sartén caliente con un poco de aceite hasta que adquieran un dorado uniforme en cada lado. Este sellado no solo intensificará los sabores, sino que también sellará los jugos en la reineta, asegurando una textura jugosa en cada bocado, mientras que la capa exterior se mantiene irresistiblemente crujiente.

Para elevar el puré de zanahoria y maní a otro nivel, considera añadir un toque de jengibre fresco rallado. Este ingrediente aporta una nota fresca y ligeramente picante que complementa maravillosamente la dulzura de la zanahoria y la cremosidad del maní. Además, no dudes en experimentar con la textura, dejando algunas pequeñas piezas de zanahoria para un toque rústico.

Para resaltar el sabor de los cubos de reineta al máximo, considera rociarlos con un toque de aceite de oliva extra-virgen justo antes de servir. Este toque final añadirá una dimensión adicional de riqueza y realzará los sabores naturales de la reineta. Además, espolvorea un puñado de cacahuetes tostados picados sobre el plato antes de presentarlo. La combinación de la crocancia de los cacahuetes con la ternura de la reineta y la suavidad del puré de zanahoria y maní creará una sinfonía de sabores y texturas que harán que cada bocado sea una deliciosa experiencia gastronómica.